
Los tres nunca fuimos imposibles.
Siempre fuimos inevitables.
Cuando Drew conoce a Ezra, no espera mucho. Una aventura de una noche y una rápida despedida por la mañana. Así es como suelen ir estas cosas. Sólo que no hay nada habitual en Ezra y la conexión que se forma entre ellos.
Cuando Ezra conoce a Drew, no espera mucho. Una distracción y separarse como extraños después de una noche de diversión sin sentido. Así es como suelen ir estas cosas. Sólo que no hay nada sin sentido en Drew y la implacable chispa entre ellos que se niega a desaparecer. Cuando Bas conoce a Ezra… las cosas se complican. Como si estar perdidamente enamorado de su mejor amigo no fuera suficientemente doloroso. Si a esto le añadimos la inesperada amistad que se desarrolla con el ligue de una vez de dicho mejor amigo, los resultados son, como poco, desastrosos.
Pero a veces las cosas bonitas surgen de comienzos complicados y desordenados, y donde dos no son suficientes, tres pueden ser perfectos.
Cuando Drew conoce a Ezra, no espera mucho. Una aventura de una noche y una rápida despedida por la mañana. Así es como suelen ir estas cosas. Sólo que no hay nada habitual en Ezra y la conexión que se forma entre ellos.
Cuando Ezra conoce a Drew, no espera mucho. Una distracción y separarse como extraños después de una noche de diversión sin sentido. Así es como suelen ir estas cosas. Sólo que no hay nada sin sentido en Drew y la implacable chispa entre ellos que se niega a desaparecer. Cuando Bas conoce a Ezra… las cosas se complican. Como si estar perdidamente enamorado de su mejor amigo no fuera suficientemente doloroso. Si a esto le añadimos la inesperada amistad que se desarrolla con el ligue de una vez de dicho mejor amigo, los resultados son, como poco, desastrosos.
Pero a veces las cosas bonitas surgen de comienzos complicados y desordenados, y donde dos no son suficientes, tres pueden ser perfectos.
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