Jarl Radulfr es un guerrero, el cacique de su pueblo. Es su deber de proteger y luchar por ellos. Pero el deber tiene un precio. Radulfr no tiene a nadie a quien llamar suyo. Cuando su clan es atacado, acepta una novia en un compromiso de paz para evitar la guerra con el clan vecino. Él no sabe hasta que llega hasta su prometida para reclamarla, que en realidad es un hombre. Esa sorpresa no es lo que esperaba, pero Radulfr ha jurado por su honor aceptar el compromiso a cambio de la paz.
Ein es realmente hermoso, un verdadero regalo de los Dioses, y esto hace que a Radulfr no le resulte tan doloroso el engaño como en principio todo parecía apuntar. Decide aceptar las cosas como son y se dispone a llevar a casa a Ein.
Pero las cosas no serán tan fáciles, hay quienes se lo van a complicar: Dioses, mercenarios, y el hombre que inició el ataque a su clan. Radulfr y Ein tendrán que usar de toda su astucia, y del vínculo cada vez mayor entre ellos, para mantenerse con vida y conseguir llegar a vencer todos los obstáculos que les van a poner en su camino a casa. Los regalos de los Dioses no siempre son lo que parecen.
Opción 1 // Opción 2
2.- Protegiendo lo Suyo
Como guerrero berserkr, proteger a los demás era algo natural para Ulfr. Después de ver a su familia ser asesinados delante de sus ojos, Ulfr juró venganza. Décadas más tarde, él todavía está buscando al jarl que mató a su familia. Cuando descubre un pelirrojo atractivo prisionero por el mismo hombre que busca, Ulfr tiene que decidir entre la venganza y proteger a su compañero.
Vendido como esclavo por su hermano, Eitri desespera por nunca poder ser libre. Cuando el rescate viene en la forma del mayor guerrero Eitri ha visto en su vida, su fascinación por Ulfr supera su miedo por el berserkr poderoso.
Opción 1 // Opción 2
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